¿Qué son las inclusiones en las gemas naturales?

Las inclusiones son materiales ajenos que quedan atrapados en el interior de una gema durante su proceso natural de formación. Estas pequeñas maravillas pueden ser microscópicas —solo visibles con lupa— o lo suficientemente grandes como para apreciarse a simple vista.

Como las gemas se forman bajo distintas condiciones y entornos en el interior de la Tierra, es habitual que líquidos, gases o sólidos queden encapsulados en los cristales en crecimiento, pasando a formar parte de la piedra para siempre. A esto lo llamamos inclusiones.

Aunque algunas personas las ven como imperfecciones que afectan a la claridad de la gema, otras las consideran huellas únicas de la naturaleza, verdaderas firmas que realzan su carácter y belleza individual.

Además, las inclusiones pueden ofrecernos pistas sobre el origen y la autenticidad de una gema. De hecho, algunas son exclusivas de ciertas especies de piedras o incluso de una mina en particular, lo que las convierte en elementos valiosos para la identificación gemológica.

El valor de una gema se determina tradicionalmente por los 4C: peso en quilates (Carat), talla (Cut), color (Colour) y claridad (Clarity). Esta última se ve influida directamente por las inclusiones. Algunas, como el "silk" en zafiros, pueden aumentar el brillo y la viveza de la gema cuando se engasta en una joya. Otras, en cambio, pueden disminuir la claridad y dar una apariencia moteada.

Dicho esto, la claridad —como todos los aspectos de una gema— es también una cuestión de gusto personal: hay quienes prefieren una saturación intensa del color, mientras que otros valoran más la pureza óptica.

En cualquier caso, mientras una inclusión no afecte a la estructura ni a la durabilidad de la piedra, no hay razón alguna para descartarla. Cada gema natural es única, y sus inclusiones son parte de su historia.